No existe ningún mes en el año en el que no se celebre una fiesta de María Santísima. Y es que ella como Madre Nuestra se mantiene atenta sin permitir que nuestra fe en Dios decaiga. Ella se aparece una y otra vez extendiéndose la devoción a la Virgen por todo el mundo fortaleciéndose así la fe en Dios.
Así el 16 de Julio se celebra la Advocación de María Santísima como "La Virgen del Carmen", dado que aquel día se apareció en una nube a Simón Stock Superior General de la Orden Mariano Carmelita.
EL Nombre del Carmen proviene del Monte Carmelo en donde se apareció en
una fiesta de Pentecostés a algunos fieles cristianos que investigaban la vida
de los profetas Elias y Eliseo en el Monte Oarmelo (Israel), que proviene de las voces Kamel o Karem que significan jardín.
La Virgen Santísima como Virgen del Carmen es patrona de los navegantes, y de los escadores quienes le han dado el nombre de: "Estela Maris" ó Estrella de los Mares.
La devoción a la Virgen del Carmen motivada por los milagros que Dios concede a través de ella desde el siglo XII se ha extendido por todo el mundo, existiendo muchas Congregaciones Carmelitas.
Santa Teresa y San Juan de la Cruz en el siglo XIV introdujeron muchas reformas en estas congregaciones dando lugar a la orden de los Carmelitas Descalzos cuya trayectoria a favor de las almas es muy edificante.
La Virgen del Carmen es conocida y nombrada patrona en muchos países del
mundo. En su fiesta son innúmeras las procesiones, bicicleteadas, honores de las Fuerzas Armadas, etc. Por ejemplo Pio XI, la proclamó Patrona de Bolivia en 1951 y de las Fuerzas Armadas.
En el Perú es patrona de la canción criolla y también de los navegantes porque
su imagen fue traída desde España por Domíngo Gómez de ilva y su esposa,
de pués de haber ido salvado de un naufragio.
Esa imagen se venera en el Santuario de la Legua en el Callao y cuando sale en procesión en su fiesta, el16 de Julio, es acompañada por la imagen del Arcángel Rafael traída por la Congregación de San Juan de Dios quien administró la Congregación por 100 años.
Resulta muy bello su paseo cada año en sus andas como la Virgen del Carmen de la Legua, seguida por una multitud incontable entre cánticos y alabanza a Nuestro Señor y en vista de su promesa en su aparición, que salvaría las almas de aquellos que llevaran su escapulario toda la vida hay quienes visten el hábito color marrón de la Virgen y portan sus escapularios benditos.
También es patrona de Barrios Altos, en donde también una multitud de fieles celebran su fiesta con procesión, quema de castillos, entre otros, desde hace muchos años.
Por Miguel Angel
miércoles, 30 de junio de 2010
LA SACRISTIA Y EL CONFESIONARIO
LA SACRISTÍA
Es un ambiente en el templo, o anexo a él, donde se guardan los ornamentos, hostias sin consagrar, adornos litúrgicos, los vasos sagrados (cáliz, copón), misales, leccionarios, casullas y otros artículos, que son necesarios para la Misa y otros actos litúrgicos, por lo que suele estar cerrada al público. En especial es empleado por el párroco y demás oficiantes como lugar para realizar las preparaciones necesarias y para
cambiarse antes y después de la Misa.
El registro parroquial de libros de bautismo, confirmación, matrimonios, se conserva a menudo en la sacrístía. No es nuestro caso.
Las sacristías tienen habitualmente una pileta especial, en esta pileta se lavan los lienzos empleados durante la celebración de la misa y otros objetos utilizados durante la comunión.
Hay que hacerla en la próxima sacristía, Actualmente es práctica casi universal tener la sacristía directamente detrás del altar principal o a ambos lados del mismo. La sacristia debe estar provista de muebles y cajones,
debidamente etiquetados, para los ornamentos correspondientes a los diferentes tiempos litúrgicos, en sus colores apropiados; un crucifijo o alguna imagen conveniente ante la que el clero debe hacer una reverencia antes de entrar al templo, santuario o al regresar de él (Ritus celebrandi missam, II, i.); un lugar para
que los oficiante s laven sus manos (op. cít, 1, i).
Se acostumbra también tener a la puerta de la sacristía una fuente de agua bendita, y una campanilla para
avisar a la comunidad el inicio de la celebración litúrgica. La sacristía no se bendice durante el rito de la
consagración de los templos, y por tanto, no se considera como lugar sagrado en el sentido canónico de la
palabra. Sin embargo, excepto en casos merecedores de penas, disfruta de las mismas prerrogativas que el templo.
Cuando la sacristía está localizada directamente atrás del altar, el clero hace su entrada por el lado del Evangelio.
En ocasiones existen dos sacristías, una para el clero y otra para los acólitos. Los canónigos cuentan también con su sacristia propia. En las catedrales donde no existe una capilla destinada a este propósito se debe acondicionar una sacristia separada (secretarium), con un altar, donde el obispo pueda asistir al rezo de tercia y prepararse para la misa pontifical (Cserern. Episcoporum, 1, 137; II, 74; vease SACRISTÁN). (Idem, N.T.)
EL CONFESIONARIO.
En los confesionarios se administra el sacramento de la Reconciliación, sacramento del perdón misericordioso del Señor. En el templo, el confesionario es el lugar especial destinado al encuentro con Dios Amor que derrama generosamente su reconciliación.
En la Parroquia Corpus Christi, por las dimensiones del templo no permite un discreto lugar donde penitente y confesor puedan hablar con libertad y sin peligro de que se vulnere el sigilo.
Estos dos lugares tan importantes y necesarios en nuestra parroquia, nos motiva a invitarlos a participar de la actividad que venimos organizando para realizar esta pequeña obra que será posible con tu ayuda.
Este 29 de Junio esperamos encontrarnos en el MERCADO DE PULGAS, que a la vez servirá para encontrarnos, compartir comidas de los grupos, escuchar a grupos musicales, comprar con precios simbólicos objetos útiles, y hacer comunidad parroquial.
Por Alipio y Liliana
Es un ambiente en el templo, o anexo a él, donde se guardan los ornamentos, hostias sin consagrar, adornos litúrgicos, los vasos sagrados (cáliz, copón), misales, leccionarios, casullas y otros artículos, que son necesarios para la Misa y otros actos litúrgicos, por lo que suele estar cerrada al público. En especial es empleado por el párroco y demás oficiantes como lugar para realizar las preparaciones necesarias y para
cambiarse antes y después de la Misa.
El registro parroquial de libros de bautismo, confirmación, matrimonios, se conserva a menudo en la sacrístía. No es nuestro caso.
Las sacristías tienen habitualmente una pileta especial, en esta pileta se lavan los lienzos empleados durante la celebración de la misa y otros objetos utilizados durante la comunión.
Hay que hacerla en la próxima sacristía, Actualmente es práctica casi universal tener la sacristía directamente detrás del altar principal o a ambos lados del mismo. La sacristia debe estar provista de muebles y cajones,
debidamente etiquetados, para los ornamentos correspondientes a los diferentes tiempos litúrgicos, en sus colores apropiados; un crucifijo o alguna imagen conveniente ante la que el clero debe hacer una reverencia antes de entrar al templo, santuario o al regresar de él (Ritus celebrandi missam, II, i.); un lugar para
que los oficiante s laven sus manos (op. cít, 1, i).
Se acostumbra también tener a la puerta de la sacristía una fuente de agua bendita, y una campanilla para
avisar a la comunidad el inicio de la celebración litúrgica. La sacristía no se bendice durante el rito de la
consagración de los templos, y por tanto, no se considera como lugar sagrado en el sentido canónico de la
palabra. Sin embargo, excepto en casos merecedores de penas, disfruta de las mismas prerrogativas que el templo.
Cuando la sacristía está localizada directamente atrás del altar, el clero hace su entrada por el lado del Evangelio.
En ocasiones existen dos sacristías, una para el clero y otra para los acólitos. Los canónigos cuentan también con su sacristia propia. En las catedrales donde no existe una capilla destinada a este propósito se debe acondicionar una sacristia separada (secretarium), con un altar, donde el obispo pueda asistir al rezo de tercia y prepararse para la misa pontifical (Cserern. Episcoporum, 1, 137; II, 74; vease SACRISTÁN). (Idem, N.T.)
EL CONFESIONARIO.
En los confesionarios se administra el sacramento de la Reconciliación, sacramento del perdón misericordioso del Señor. En el templo, el confesionario es el lugar especial destinado al encuentro con Dios Amor que derrama generosamente su reconciliación.
En la Parroquia Corpus Christi, por las dimensiones del templo no permite un discreto lugar donde penitente y confesor puedan hablar con libertad y sin peligro de que se vulnere el sigilo.
Estos dos lugares tan importantes y necesarios en nuestra parroquia, nos motiva a invitarlos a participar de la actividad que venimos organizando para realizar esta pequeña obra que será posible con tu ayuda.
Este 29 de Junio esperamos encontrarnos en el MERCADO DE PULGAS, que a la vez servirá para encontrarnos, compartir comidas de los grupos, escuchar a grupos musicales, comprar con precios simbólicos objetos útiles, y hacer comunidad parroquial.
Por Alipio y Liliana
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