domingo, 23 de mayo de 2010

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO II

7. BENIGNIDAD: La palabra benignidad se usa únicamente para significar dulzura y esta clase de dulzura consiste en tratar a los demás con gusto, cordialmente, con alegría. Es la grandeza del ánimo para enfrentar todo tipo de acciones con tranquilidad de espíritu dejando de lado todas las envidias, egoísmos y miserias humanas, para ver siempre el lado bueno de las personas. El que recibe este fruto no rivaliza ni envidia a nadie, no se siente humillado porque otro esté bien, es sincero y buen amigo, leal no mien te ni es im pru dente.

8. MANSEDUMBRE: Fruto del Espíritu Santo que modera los arrebatos de cólera, que se levanta impetuosa para rechazar el mal presente. Cuando la mansedumbre es fruto del Espíritu Santo aparta a sus enemigos sin combates.
El apóstol Santiago dice: La ira del hombre no obra la justicia de Dios, por eso desecha toda la inmundicia y abundancia del mal y recibe con docilidad la palabra. sembrada en vosotros que es capaz de salvar vuestras almas.

9. FIDELIDAD: Quien tiene este fruto es un hombre digno de fiar; nos da cierta facilidad para aceptar todo lo que hay que creer, y fírmeza para afianzarnos en ello."Fiel es el que nos ha llamado y El os llevara a buen fin": nos dice la Primera carta a los Tesalonicenses.

10. MODESTIA: Regula los movimientos del cuerpo, los gestos y la las palabras, este fruto permite hacer esto sin esfuerzo y naturalmente, además dispone todos los movimientos interiores del alma.
La modestia detiene el espíritu inquieto lo modera y deja el alma en una profunda paz que la dispone para ser la mansión y el reino de Dios: el don de Presencia de Dios.
Este fruto se manifiesta en actitudes externas (el vestir, formas de hablar, de mírar).

11. CONTINENCIA: Este fruto no permite dejarse arrastrar por las Pasiones ni por las indolencias, en toda circunstancia no se deja llevar por excesos, conserva en término medio las cosas; es pues el fruto del Espíritu Santo que nos ayuda a contener nuestros ímpetus y nos ayuda a conservar la calma en momentos dificiles.
Libertad sin perjuicios y temor solo puede darla el Espíritu Santo con la claridad de su presencia y la fuerza de su gracia.

12. CASTIDAD: Es la virtud sobrenatural que modera los frutos de la carne, esta virtud hace a los hombres semejantes a los Ángeles, pero es una virtud delicada y dificil que cercena los placeres de la carne.

La castidad es promesa de inmortalidad, todo bautizado está llamado a ser casto porque el cristiano se ha revestido de Cristo modelo de castidad. Los cristianos debemos practicar la castidad cada uno según su estado, los novios en vivir la castidad hasta el matrimonio, los consagrados en el celibato o la vírginidad.
Para que puedan dedicarse mejor al servicio de Dios y al prójimo, con corazón limpio.

Por: Haydee Zavala