lunes, 2 de agosto de 2010

GRUPO CARITAS

El grupo Cáritas formado por nuestro párroco el Padre Francisco Domingo a su llegada a nuestra Parroquia Corpus Christi fue muy bueno, para todas las hermanas que el Padre Domingo llamó, porque el ayudar a muchos hermanos carentes de recursos para solucionar problemas de alimentos, vestuarios, pago de consultas y tratamientos médicos, nos hace ser útiles a quienes lo necesitan. No solo es el comedor hay muchas ayudas más.
Les contaré, por ejemplo, que cuando el Padre me llamó a tomar parte en esta gran labor de Amor y Humanidad, me hice cargo de una hermanita siempre de dos en dos, que es enferma mental por muchos años y que andaba muy descuidada.
Las voluntarias en la parroquia la bañaban y le ponían ropa limpia pero al día siguiente regresaba con la ropa que le habían quitado. Me hice cargo de ella y la comencé a llevar al Hospital Larco Herrera previa cita mensual y también la traía al comedor de la parroquia para que almuerce.
Esta labor la he hecho por casi año y medio, ahora ya no la llevo porque primero está bastante bien y segundo porque recibe una pensión conseguida a petición de una fiel de la parroquia, y se pueden solventar sus medicamentos como los pasajes que antes solventaba Cáritas Parroquial.

El segundo caso que tomé junto con una hermana, fue visitar a una señora que había sido víctima de un accidente de tránsito. Este caso para mí fue
dolorosísimo, porque ella una mujer joven, con dos niños en el colegio fue
abandonada casi totalmente por el esposo y con maltrato psicológico.
Cáritas comenzó a ayudarla primeramente con víveres y hasta ahora la podemos ayudar. La llevé a la clínica la Sagrada Familia y la Doctora le
mandó rehabilitación y dio las medidas para la confección de su prótesis. Le
tomaron las medidas y le confeccionaron la prótesis al costo de $600 dólares. Las terapias fueros tres veces por semana, se le llevaba en moto con un costo SI. 60.00 nuevos soles mensuales.
El ayudarla no me cansó porque su fuerza y su valentía y el agradecer a Dios y al Padre Domingo por esta ayuda que le podíamos dar, me hacía sentir útil.

Después de más de un año de este tratamiento y con su prótesis, que al comienzo le fue un poco difícil tenerla, ahora la veo muy bien, tratando de seguir adelante con sus hijos.

Tenemos como uno slogans para trabajar: siempre de dos en dos, el amor dentro del orden, ni para vivos ni vagos, el dinero que nos dan es sagrado, los pobres son otros Cristos.

Todos los viernes nos reunimos, hablamos de la Palabra, de la espiritualidad de San Vicente, dos libremente hablan del momento más cerca de Dios en la semana y después pasamos a revisar caso por caso, de los nuevos y de los habituales. Todo con acta rigurosa.
Estas cosas hacen que le dé gracias a Dios porque a través de este "Grupo Cáritas"
muchas de las que lo conformamos nos sentimos cristianas en la fe, la oración pero también en la vida.




Por: Carolina Honores