domingo, 24 de octubre de 2010

LAS APARICIONES DE LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

La Virgen Maria quiere, pide, manda que llevemos su Medalla, su fotografía, la imagen de la Madre buena que quiere llenar de gracias a sus hijos


PRIMERA APARICIÓN
La primera aparición tuvo lugar en la noche del 18 al 19 de julio de 1830, víspera de la fiesta de San  Vicente de Paul y debía preparar a la vidente a su misión posterior.
He aquí como la describe ella misma en la relación que hace a su confesor: Llegó la víspera de la fiesta de San Vicente. La directora del Noviciado nos dio una charla sobre la devoción a la SS. Virgen ... Me dormí
con la idea de que San Vicente me obtendría la gracia de ver a la SS. Virgen.
En fin a las once y media de la noche, oí que alguien me llamaba por mi propio nombre:
- Hermana, Hermana.
Despertándome, miré hacia el costado de donde escuchaba la voz, que era del lado del pasillo. Corro la cortina y veo un niño vestido de blanco, de 4 o 5 años de edad, que me dice:
- Ven a la Capilla, allí te espera la SS. Virgen.
Como me parecía larga la espera, yo miraba si las centinelas (las Hermanas designadas para vigilar durante la noche) no andaban por las tribunas. Al fin llegó la hora. El niño me alerta y me dice:
- ¡He aquí a la SS. Virgen, hela aquí!
... Yo dudaba si sería la SS. Virgen. Sin embargo, el niño que estaba allí me dijo:
¡He aquí a la SS. Virgen! ... Mirando ví entonces a la SS. Virgen, no hice más que dar un salte hasta Ella, me puse de rodillas en las gradas del altar, las manos apoyadas sobre sus rodillas.
Allí, transcurrió un momento, el más dulce de mi vida .... EUa me dijo: - ¡Hija mía! Dios quiere confiarte una misión. Tendrás que sufrir, pero sobrellevarás esto pensando en que lo haces por la gloria de Dios; serás atormentada hasta que lo hayas comunicado al que está encargada de dirigirte.
Respecto al modo de proceder en mis penas, me señaló con su mano izquierda, el pie del altar y me recomendó acudir allí y desahogar mi corazón, asegurándome que en ese lugar recibiría todos los consuelos necesarios.
- Los tiempos son muy malos. Calamidades van a caer sobre Francia, el trono será derribado; el mundo entero se verá trastornado por desgracias de toda clase (la SS. Virgen tenía aspecto muy apenado al decir esto). Pero venid al pie de este altar, ahí las gracias serán derramadas sobre todas las personas que las pidan con confianza y fervor ...
Respecto a otras Comunidades, habrá víctimas (la SS. Virgen tenía lágrimas en los ojos al decir esto). El Clero de París tendrá sus víctimas, el Arzobispo morirá (a esta palabra de nuevo las lágrimas) ¡Hija mía!
La cruz será despreciada, correrá la sangre en la calle (aquí la SS. Virgen no podía hablar más, el dolor se pinta en su rostro).
¡Hija mía!, me dijo, todo el mundo estará triste. (Todos estos detalles se cumplirán al pie de la letra en 1870-1871).

SEGUNDA APARICIÓN
La aparición tuvo lugar el 27 de noviembre de 1830. La escena se desarrolla en tres cuadros sucesivos y progresivos que introducen a la Vidente cada vez más profundamente en la inteligencia del mensaje y de todo el misterio mariano.

PRIMER CUADRO:
La Virgen con el globo .... Vi a la SS. Virgen estaba de pie, era de estatura mediana ... Sus pies se apoyaban sobre la mitad de un globo blanco o al menos no me pareció sino la mitad, tenía también bajo sus pies una serpiente de color verdoso con manchas amarillentas.
Con sus manos sostenía un globo de oro, con una pequeña cruz encima, que representaba al mundo; sus manos estaban a la altura del pecho, de manera elegante; sus ojos miraban hacia el Cielo. Su aspecto era
extraordinariamente hermoso, no lo podría describir.
De pronto vi anillos en sus dedos, tres en cada dedo; Esta fase fue silenciosa; preparaba la siguiente. El globo desapareció, la Virgen va a cambiar de actitud, a bajar la mirada y teniendo los dedos siempre guarnecidos de anillos con piedras preciosas destellantes, va a hablar a Sor Catalina.

SEGUNDO CUADRO:
En ese momento en que yo la contemplaba, la SS. Virgen bajó sus ojos mirándome. Una voz se hizo escuchar y me dijo estas palabras: -
Este globo representa al mundo entero, ... y a cada persona en particular.
- La hermosura y el brillo de los rayos tan bellos ... son el símbolo de las gracias que yo derramo sobre los que me las piden, haciéndome comprender cuán generosa se mostraba hacia las personas que se las pedían, cuánta alegría experimenta concediéndoselas ... Estos diamantes de los que no salen rayos, son las gracias que dejan de pedirme.
Se formó un cuadro alrededor de la SS. Virgen, algo ovalado: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti!, escritas en caracteres de oro. Entonces oí una voz que me dijo:
- Haz .acuñar una medalla según este modelo, las personas que la llevaren en el cuello recibirán grandes gracias; las gracias serán abundantes para las personas que la llevaren con confianza.

TERCER CUADRO:
El reverso de la Medalla. En aquel instante me pareció que el cuadro se daba vuelta. Vi sobre el reverso de la Medalla la letra M, coronada con una cruz, apoyada sobre una barra y, debajo de la letra M los sagrados Corazones de Jesús y de María, que yo distinguí, porque uno estaba rodeado de una corona de espinas y el otro, traspasado por una espada.
- La letra M y los dos corazones dicen lo suficiente. Las notas de la Vidente no mencionan las doce estrellas que rodeaban el monograma de María y los dos corazones. Sin embargo han figurado siempre en el reverso de la medalla. Es moralmente seguro que este detalle ha sido dado de viva voz por la Santa en el momento de las apariciones o un poco más tarde.
Sor Catalina acaba su relato con esta exclamación: Oh que hermoso será escuchar decir: María es la Reina del Universo y ... de cada persona en particular.

Por: P. Horacio Palacios, Vicentino