domingo, 24 de octubre de 2010

COMPARTIENDO 59

Octubre, mes del Señor de los Milagros, y el día 31 tendremos la procesión en la parroquia por las calles de nuestra comunidad.
Pero no podemos olvidar el día de hoy, 24, fiesta del DOMUND, Domingo Mundial de la Propagación de la Fe, Iglesia Misionera que, no olvida las palabras de Jesucristo que dirige a todos nosotros como su último testamento antes de ascender al cielo: « Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.« Juan 28, 18 - 21.

El mes de noviembre es el mes de todos los santos, de las almas del purgatorio, de nuestro San Martin de Porres, como también de San Martin de Tours, el que compartió su túnica con un pobre que era el mismo Cristo. También hacemos memoria del Papa León Magno y de san Alberto Magno, que sin ser Papa fue un gran Teólogo en Paris y profesor de Santo Tomas de Aquino.
También María está presente en el mes de noviembre con la Festividad de la Presentación el día 21, la advocación de Nuestra Señora de la Providencia y muy en especial el día 27 la Festividad de la Virgen llamada uestra Señora de la Medalla Milagrosa. Pero como un broche de oro está el día 21, Fiesta de Cristo Rey, último domingo del año Litúrgico. Cristo Reyes como decía San Pio X (1903 - 1914): instaurar todas las cosas en Cristo, es decir que sea la razón de nuestra vida, de la muerte, de todos los acontecimientos, de todo nuestro apostolado y de todo el acontecer de la historia humana.

El mes de noviembre no es un mes triste. A lo sumo es un mes del purgatorio, almas salvadas y purificándose, y también el mes del cielo por los santos que sabemos que gozan con Dios que nos aman y nos cuidan como la Virgen María, Madre siempre cercana, modelo e intercesora.
La Madre de Jesús se aparece de cuando en cuando para recordarnos, como hace toda madre, que debemos ser un poco mejores cada día. Y lo hace por amor. Además, nos mandó que lleváramos su medalla, que es como su fotografía, que la llevemos en el cuello y recibiremos grandes gracias porque ella las pedirá a Jesucristo para nosotros. En 1858 hubo tantos milagros por intercesión de la Virgen a través de la medalla que se la llamó milagrosa, aunque todos sabemos que el único que concede gracias y hace milagros es Dios.

Por eso es que el mes de noviembre es bello desde el día primero hasta el último día. Lleno de Dios, de María, de todos los santos y de las almas purificándose que nos piden que recemos por ellas para purificarse e ir pronto a los brazos de Dios y de la Virgen por toda la eternidad. Bello el mes de noviembre.

P Francisco Domingo CM

YO ESTOY AQUI PARA TI, TE ESTOY ESPERANDO

La exposición del Santísimo es la devoción que tiene por objeto la adoración de Cristo Eucarístico. Se fundamenta en la fe, en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía.
La Exposición al Santísimo ha sido recomendada con frecuencia por los Papas.
La vida de los santos está repleta de testimonios de amor al Santísimo y de los maravillosos frutos de la adoración a través de los siglos.
El pasado viernes 01 de Octubre recibimos a nuestro amigo Luis Enrique Ascoy y junto a él pudimos experimentar este encuentro con Cristo.
Preguntamos a varias personas al término de esta experiencia y fue gratificante escucharlos y verlos:" .. alegria, emoción, entusiasmo, gozo, paz, silencio, en una frase nos dijo una persona:  me sentí amado y escuchado .. _
¡Qué encuentro tan maravilloso!fuimos un poco más curiosos y les preguntamos qué le habían dicho a Jesús en este momento en que se encontraban frente a frente con ÉL."... sólo quería dar gracias a Dios ... "
"Ha vuelto a renacer esta adoración en mí ... "
"Se me caían las lágrimas, y no sabía por qué" ...
"Me nublé "... "Enmudecí" ...Cierto es pues, la adoración es eso, entrar con la profundidad de nuestro corazón en comunión con el Señor que se hace presente corporalmente en el Santísimo Sacramento.
Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento y se conserva guardándole, Jesucristo quiso quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no solo para servir de alimento a las almas que lo reciben en la sagrada Comunión, sino también para ser reservado en el sagrario y hacerse presente a nosotros, manifestándonos por este eficaz medio el amor que nos tiene.

Aquel que sufrió, que se encarnó, nació en un pesebre, pasó hambre, frío, persecución, y fue crucificado por nosotros y sin embargo muchas veces nos olvidamos de agradecérselo, simplemente olvidamos que el Señor permanece siempre en el Sagrario.

PASA UN RATO A SOLAS CON JESÚS

Pasamos mucho tiempo con los demás, necesitamos sentirnos queridos, nos alegra estar con los amigos, que nos manden sms, que me recuerden que no estoy solo.
Bien, pues ahora tampoco lo estás, ahora más que nunca puedes decir que NO ESTÁS SÓLO, pues aquí en el Sagrario, está Jesús, tu amigo, que te conoce de veras, no sólo sabe de ti, no sólo conoce lo que le quieres contar, sino
que te CONOCE DEL TODO ... Y TE AMA,
así, como eres, porque sí. Por eso puedes estar tranquilo y abrir del todo el corazón.

"Recuerdas ... dos discípulos de Jesús iban de camino a una aldea llamada "Emaús" nos dice Lucas 24,30-32 "y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.
Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.
Se dijeron uno a otro: « ¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras? ».."

¿Ves? Algo parecido nos sucede. Seguro que también hay muchas cosas que nos cuestan entender e incluso como estos dos discípulos hacen que te apartes de Jesús. PERO ÉL SE ACERCAA TI.
Si no vienes a ver a Jesús, Jesús visita tu corazón, aunque como aquellos dos tus ojos no le reconozcan, sólo veas un pedazo de pan, pero algo ocurre en tu corazón que te dice que hay algo más: Dios escondido en la Eucaristía, está ahí, de verdad. Hile también que quieres estar con Él, acompañarle en la  soledad del Sagrario, que quieres conocerle y abrirle el corazón. No busques palabras difíciles, Dios te entiende como tú sabes hablar.

La oración es un encuentro y Jesús se encuentra sobre todo en el PAN, en la
Eucaristía, en el Sagrario.

Decía Santa Teresa... "la oración es hablar de amor, a solas, con frecuencia con aquel que sabemos que nos ama" ... Al terminar, como haces con tus amigos, no olvides quedar con Jesús para otra ocasión ...

Pon una hora, pon un lugar, pon un momento podría ser quizás este jueves 28 de Octubre en que te invitamos a participar de un encuentro muy especial y así todos los últimos jueves de mes a las 8.30 p.m. aquí en nuestra Parroquia
y no olvides contar a todos la alegría del encuentro con el Señor.

Por : Milagros Gutierrez

MENSAJES DE CRISTO... LLEGAN AL CORAZON

Jesús, cuando expresaba sus pensamientos y sentimientos, era un verdadero artista: con sus parábolas creó obras maestras, que nos encantan ... y nos cuestionan. Entre tantas, la parábola del Fariseo y el Publicano, que escuchamos en la liturgia de este domingo; Jesús nos los muestra a los dos - el fariseo y el publicano - orando en el templo.

Nos parece verlo, al orgulloso fariseo, que se pone ostentosamente de pie frente al altar, para proclamar sus méritos delante de Dio • ¡Él no olvida ningún precepto de la Ley, los cumple todos fielmente!

No es como ese publicano que se ha quedado al fondo del templo arrodillado,
golpeándo e el pecho por sus muchos pecado. El pobre, ni se atrevía a le antar la cabeza y sólo repetí: Señor ten piedad de mi que soy un pecador .
Realmente, una escena impresionante.

Nos conmueve la angustia y el arrepentimiento humilde del publicano que siente el peso de la conciencia y el desprecio de la gente, por su trabajo de
recaudador de impuesto "": seguramente el reconoce haberse quedado manchado por ese trabajo "".

De otro lado nos nos suscita rechazo esa autoafirmación orgullosa y despectiva del fariseo, que en sí mismo encuentra sólo méritos y en los demás sólo ... basura.
Nuestra reacción al escuchar esta parábola refleja el juicio del mismo Jesús, que concluye su obra maestra con esta pincelada:


Es un tema, éste, que recorre con frecuencia en la predicación del Señor: podemos decir que es el "leit - motiv" de todo el Evangelio. Traducido en
términos teológicos, se enuncia así: Dios sólo es Santo, y todos somos pecadores. El bien que podemos encontrar en nosotros, todo es "gracia".

Lamentablemente, el orgullo nos malogra la conciencia y no nos permite reconocer nuestros defectos; al mismo tiempo, cierra nuestro corazón y nos transforma en jueces injustos y sin misericordia. Todo esto desagrada grandemente al Señor, que es infinitamente misericordioso con los humildes, mientras no puede perdonar a los orgullosos, porque ... ellos no creen necesitar su misericordia.

Son varios los episodios del evangelio del evangelio que recalcan esta actitud misericordiosa del Señor.
Típico, el caso de la adúltera que está a punto de ser apedreada por los fariseos soberbios e intransigentes. Jesús no se puso a discutir, sólo se
limitó a declarar:

Y todos los acusadores tuvieron que retirarse abochornados.

En la parábola del Hijo Pródigo, Jesús llega a hacer su autorretrato, recalcando precisamente la misericordia del padre hacia el hijo desviado, vuelto arrepentido a la casa paterna.

En todos estos episodios y parábolas, el Señor se muestra realmente más qne maestro": nos pinta de una manera tan apasionada su corazón misericordioso que nos parece escucbarlo latir por nuestro amor y nos quedamos conmovidos y sin palabras. Nos parece escucbar como conclusión su llamado:
"Aprendan de Mí ."

Por: P. Alfio Giorgi

"Quien se sienta sin pecado, que lance la primera piedra".

"El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".

HOMILIA DE SS JUAN PABLO II EN LA SOLEMNIDAD DE CRISTO REY


JUAN PABLO II 23 DE NOVIEMBRE DE 1997


"[Te damos gracias en todo tiempo y lugar oh Señal; Padre todopoderoso! Que a tu Unigénito Hijo y Señor nuestro Jesucristo, para que, ofreciéndose a Sí mismo en el ara de la Cruz, como Hostia inmaculada y pacífica, consumase
el misterio de la humana redención; y sometidas a su imperio todas las criaturas, entregase a tu inmensa Majestad su Reino eterno y u niversal: Reino de verdad y de vida;
Reino de santidad y de gracia; Reino de justicia, de amor y de paz"
(del prefacio de Cristo Rey).
 
1. Este domingo, que concluye el año litúrgico, la Iglesia celebra la solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo. Hemos escuchado en el evangelio la pregunta que Poncio Pilato hace a Jesús: « ¿Eres tú el rey
de los judíos?» (Jn 18, 33). Jesús responde, preguntando a su vez: « ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?» (Jn 18, 34). Y Pilato replica: « ¿Acaso soy yo judío? Tu ge nte y los sumos sacerdotes te han entregado a mí: ¿qué has hecho?» (Jn 18,35).

En este momento del diálogo, Cristo afirma: «Mi reino no es de este mundo. Si
mi reino fuera de este mundo mi guardia habría luchado para que no cayera en
manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí» (Jn 18,36).

Ahora todo es claro y transparente. Frente a la acusación de los sacerdotes, Jesús revela que se trata de otro tipo de realeza, una realeza divina y espiritual. Pilato le pide una confirmación: «Conque, ¿tú eres rey?» (Jn 18,37).

Aquí Jesús, excluyendo cualquier interpretación errónea de su dignidad real,
indica la verdadera: «Soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, ese ucha mi voz» (Jn 18,37).

El no es rey como lo entendían los representantes del Sanedrín, pues no aspira a ningún poder político en Israel. Por el contrario, su reino va más allá de los confines de Palestina. Todos los que son de la verdad escuchan su voz (d. Jn 18 37), Y lo reconocen como rey. Este es el ámbito universal del reino de Cristo y su dimensión espiritual.

2. «Para ser testigo de la verdad» (Jn 18, 37). En la lectura tomada del libro del Apocalipsis se dice que Jesucristo es «testigo fiel» (Ap 1, 5). Es testigo fiel, porque revela el misterio de Dios y anuncia el reino ya presente. Es el primer servidor de este reino. «Obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2,8), testimoniará el poder del Padre sobre la creación y sobre el
mundo.

Y el lugar del ejercicio de su realeza es la cruz que abrazó en el Gólgota. Pero su muerte ignominiosa representa una confirmación del anuncio evangélico del
reino de Dios. En efecto, a los ojos de sus enemigos esa muerte debía ser la prueba de que todo lo que había dicho y hecho era falso.

«Si es el rey de Israel, que baje ahora de la cruz y creeremos en él» (Mt 27 42). No bajó de la cruz, pero, como el buen pastor dio la vida por sus ovejas (cf. Jn 10, 11). Sin embargo, la confirmación de su poder real se produjo poco después, cuando, al tercer día, resucitó de entre los muertos, revelándose como «el primogénito de entre los muertos» (Ap 1, 5).

LA ESPERANZA CRISTIANA

"Nos hiciste oh Señor para Ti, y nuestro corazón estará inquiero hasta que descanse en Ti" (San Agustin)"
La nostalgia de Dios que llevamos en nosotros, de gozar para siempre de su presencia será nuestra compañera hasta que volvamos a Él.
Al final de nuestra vida en la tierra cada uno tendrá la alegria de volver a Dios o la desesperación, de verse para siempre apartados de El.

La esperanza es la virtud teologal cristiana que pone a la esperanza divina sobre todas las demás esperanzas terrenas que aunque sean muy nobles, ninguna sobrepasa la verdadera esperanza, la vida eterna, el gozo infinito de unirnos a Dios, nuestra última meta.

La esperanza cristiana significa el total abandono en Dios, no un abandono que nos lleva a quedarnos quietos, a buscar la comodidad de vivir esquivando lo que pueda causarnos complicaciones o alterar nuestra tranquilidad.
Por el contrario, la esperanza cristiana nos invita a buscar continuamente agradar a Dios, a arriesgar por El, a soñar y esforzarnos por proyectos grandes y bellos para Dios.

A pesar de los obstáculos, a pesar de nuestras limitaciones y derrotas la lucha contra el pesimismo y el desaliento hemos de afrontarla a diario, y es necesaria la fortaleza que brinda la esperanza cristiana. Y "esperar" que las cosas se realizarán.

El ser humano no puede vivir sin una meta, sin u na motivación y u n poco así es la vocación de cada uno. No podemos quedarnos estancados con lo que hacemos sin aspirar a algo más, algo mejor, algo más bello.
En último término todos aspiramos a ser mejores ante Dios y nunca se acabara esta aspiración porque todos podemos ser más parecidos a Jesucristo cada día.

Como dice San Juan en las bodas de Caná, la Virgen María nunca perdió la esperanza que iba a haber vino, un buen vino. Jesús al principio le dijo "a nosotros que nos importa"
Pero María seguía esperando. Habría una mirada de entendimiento y María dijo a los criados "hagan lo que El les diga". Y les mandó que llenasen de agua las seis tinajas.
Algunos dirían se está riendo Jesús, porque no querian agua sino vino. La esperanza de María se cumplió. Jesús regaló a los novios seiscientos litros del mejor vino. A María se la llama Nuestra Señora de la Esperanza.

La esperanza también la describimos como "ya pero todavía no", ya estoy en el reino de Dios pero todavia no del todo. Ya sirvo a mis prójimos pero todavia no como le agrada de Dios.

Decía Juan Pablo 11 que el cristiano se distingue por ser el hombre de la esperanza, pase lo que pase, Dios siempre está presente.
En las buenas y en las malas Dios o lo quiere o lo permite.
Dice San Agustín que Dios nunca dejaría un mal si de Él no pudiera sacar un bien, es por eso que Dios escribe recto con líneas torcidas y al final el que espera siempre recibe una gracia de Dios.

La esperanza se dice en la Biblia ciento veintitrés veces, sinónimos de la palabra confianza, ilusión, optimismo.
La juventud, tiempo de esperanza, se vive en el corazón como la viven los hombres de Dios, los creyentes, aunque pasen los años, pero el alma sigue llena de esperanza.

Por: Carmen Silva

LOS 33 MINEROS RESCATADOS EN CHILE DAN GRACIAS A DIOS EN PUBLICO POR EL MILAGRO QUE HAN VIVIDO

Ingeniero responsable de la perforación del rescate de los mineros: fe y oración

Los 33 mineros rescatados en Chile dan gracias a Dios en público por el milagro que han vivido.
¡Gracias Señor!, rezaba la camiseta que portaban todos en la parte delantera y cuando se daban la vuelta para abrazar a sus familiares, se leían las palabras del salmista "En sus manos están las simas de la tierra, y suyas son las crestas de los montes" (Salmo 95,4).

Durante el rescate de los 33 mineros, a boca de mina, no hubo una palabra más pronunciada que esta: Dios. El presidente Piñera la invocó varias veces. La Iglesia se mantuvo en vigilia, en un segundo plano, en muchas iglesias del país, orando por el buen éxito de la operación San José. La Conferencia Episcopal chilena calificó este día como "una jornada de Pascua".

La palabra "Dios" se pronunciaba con fuerza en el campamento Esperanza cuando los mineros salían a la superficie.

La señal de la cruz en la frente y la oración agradecida marcaron el miércoles 13 de octubre, en una operación San Lorenzo, que duró la mitad de lo programado.

Al ver, el éxito del feliz viaje de ida y vuelta de la cápsula Fénix 2 y el buen comportamiento del dueto abierto por la tuneladora en roca viva, cada rescate acortaba minutos.

Han salido uno a uno, los trabajadores atrapados en la Mina San José, observados por mil millones de espectadores de todo el mundo.
Todos, con la misma camiseta: "¡Gracias Señor!" y en el reverso un versículo bíblico. Lo que ya se ha dado en llamar el "milagro de Copiapó" es aseguran los observadores un milagro técnico, de humanidad, y ¿por qué no? de la fe.

Greg Hall es el dueño de la empresa Drillers Supply International, responsable de la perforación que permite el rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento chileno.
Este ingeniero estadounidense, que se confiesa un devoto católico, asegura que la fe para superar los obstáculos y la oración cotidiana fueron las claves del éxito de su misión.

"Esos momentos en los que todo parecía fallar eran momentos para la oración". Profunda enseñanza para imitar: Fe y oración son base del éxito del ingeniero católico que hizo la perforación de rescate.

Greg Hall, que el 12 de febrero será ordenado diácono permanente, (los diáconos permanentes pueden ser célibes o casados, son en la Iglesia para la palabra, la liturgia y la caridad) expresó su emoción a la cadena Fox: "Ha sido un arduo trabajo pero vale la pena porque ahora estos 33 mineros se pueden reunir con sus familias. "


Es impresionante ver cómo en el lugar en donde pasé tanto tiempo y puse tanto esfuerzo, estos mineros están saliendo, es un sentimiento maravilloso", indicó.

La empresa de Greg Hall opera en Chile desde hace más de 20 años y se especializa en perforaciones en roca dura. El Ministerio de Minería de Chile la eligió para perforar el túnel de 622 metros por el que salieron los mineros como parte del llamado "Plan B".

El ingeniero explicó que trató de mantenerse al margen de los mineros de manera a fecti va para no perder la concentración en una tarea tan complicada, pero siempre recibió el agradecimien to de los familiares apostados en el campamento Esperanza.

Su esposa Angélica comentó que sintieron el "peso del mundo" sobre sus hombros cuando supieron que su empresa sería la encargada de la tarea. "Todo lo que sabían sobre estos procedimientos tuvo que cambiarse porque era la primera vez que taladraban para rescatar vidas humanas. La perforación tenía que ser muy precisa, muy cuidadosa para que no se originara un derrumbe.

"Ha sido muy tenso", indicó. "Pero también ha sido todo muy emotivo, ha involucrado mucha oración, muchas capacidades, mucho planeamiento y preparación, para hacer las cosas lo más perfectas posibles", añadió.

El ingeniero Greg Hall conserva como recuerdo de su misión una carta en la que los mineros básicamente me dicen "gracias por el plan B. Gracias por no desfallecer".
Es algo que voy a atesorar por siempre. El ingeniero explica que no ha sido este trabajo lo que le ha ayudado acrecer en la fe, sino la fe la que lo ha sostenido durante este proceso al que considera "de lej os, la tarea más difícil
técnicamente para una perforación.

Esos momentos en los que todo parecía fallar eran momentos para la oración".

De Octubre del 2010, Houston, Cadena Fox

TALLER DE SANACIÓN

Hermanos: ¡Que semana de Gloria a la que asistimos del 20 al 24 de setiembre, nos sentimos bendecidos y en Victoria de la mano del Señor! Nuestro Señor Jesucristo es el mismo de ayer hoy y siempre, camina con nosotros, El viene a nuestro encuentro, mostrándonos su amor y misericordia, en esta semana de bendiciones el Señor nos regaló este Taller de Sanación y llamó para su obra a los hermanos de la Comunidad Hijos de Sión.

El hermano Israel Pellante Cruz del lunes al jueves movido por el Espíritu Santo nos compartió a través de la Palabra de Dios a encontrarnos con Cristo vivo y resucitado que quiere traer a nuestra vida la  sanación del alma y el cuerpo permitiéndonos a nosotros recordar y hacer una rápida evaluación de quiénes éramos y cómo habíamos llegado a este encuentro con el Señor.
Muchos hermanos sintieron que el Señor los había tocado con los testimonios de vida que el hermano Israel había entregado mostrándonos que aquel hombre que se encontraba en este momento predicando la palabra de Dios ante ellos, se desnudaba y mostraba su vida pasada que había vivido alejado de la gracia de Dios y como el Señor lo transformó como dice en Jeremías 18, 6 "como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano".

Nos condujo muy sutilmente al camino de la reconciliación como dice el Señor en 1 Juan 1, 9 "Pero si confesamos nuestros pecados, El, que es fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad" para negar a tener una san ación en el alma y el corazón buscando las heridas de nuestra vida para presentárselas al Señor y perdonando para poder sanar, Nos dice el Señor en Efesios 4, 32 "Más bien sean buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente como Dios los perdonó en Cristo". Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces nos damos cuenta que hemos perdonado.

Muchos hermanos sintieron la necesidad de estar más cerca de nuestro Señor y anhelaron estar reconciliados formando largas filas para testimoniar que cuando nos confesamos, cuando reconocemos que somos pobres pecadores perdidos, estaremos preparados para ir al Sacramento del Altar y estar en comunión con Jesús.

Llegamos al día Viernes y fue el gran momento en que le dijimos a Cristo "Si Señor estoy aquí, estas en mi" cuando el Santisimo con la maravillosa presencia de Cristo fue tocando a cada uno de nuestros corazones preparándonos para llegar a ese momento tan especial en que el Señor a través de sus elegidos nos permitió tener el Descanso en el Espíritu y estar en un encuentro personal con El.

Hermanos en Cristo abramos nuestros corazones a Dios siendo dóciles a su Espíritu para que haga su obra en cada uno de nosotros, como nos dice en su palabra Apocalipsis 3, 20 "Mira que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y el conmigo.

Por: Comunidad Católica Rey de la Gloria

acordaos (Oración de San Bernardo)

Acordaos
Oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han
acudido a tu protección,
implorando tu asistencia
y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.

Animado con esta confianza
a ti acudo,
oh Madre,
Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a compadecer
ante tu presencia soberana.

No desheches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas
y acógelas benignamente.
Amén.

SEÑOR QUEREMOS VER A JESÚS

Como todos los años en Octubre, celebra la iglesia, en todo el mundo el día del DOMUND, Domingo Mudíal de la propagación de la fe. Es el día 24 de este mes, Además este año celebramos el centenario del nacimiento de la Beata Madre Teresa de Calcuta.
Nace un 26 de agosto de 1910, en Skopie, Macedonia. La antigua Yugoeslavia.

" ••• Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que él había realizado aquella señal. Entonces los fariseos se dijeron entre si; {(Veis cómo no adelantáis nada, todo el mundo se ha ido tras él. »
Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaída de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús », Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús" (Juan 21, 19-22)

Este es el texto del que toma pie el Papa Benedicto XVI para hablarnos del lema del DOMUND: « Señor, queremos ver a Jesús. » No hay una expresión que identifique mejor el por qué de la vocación misionera.
La esencia de la Iglesia es el anuncio del Reino y del anuncio el principio, el centro y la culminación es Jesucristo.

Nos dice la Evangelii Nuntiandi, de Pablo VI, 27: "La evangelización también debe contener siempre
--como base, centro y a la vez culmen de su dinamismo-- una clara proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia de Dios.

No una salvación puramente inmanente, a medida de las necesidades materiales o incluso espirituales que se agotan en el cuadro de la existencia temporal y se identifican totalmente con los deseos, las esperanzas, los asuntos y las luchas temporales, sino una salvación que desborda todos estos límites para realizarse en una comunión con el único Absoluto Dios, salvación trascendente, escatológica, que comienza  ciertamente en esta vida, pero que tiene su cumplimiento en la eternidad."


NUESTRA MISIÓN ES ANUNCIAR A JESUCRISTO.
Sea el sacerdote de congregación o diocesano, laico y laica, casado o soltero, si realmente estamos llenos de Dios hay que ser misionero. Es Dios tan grade que todos tienen derecho a ver a Jesús como dice el Evangelio.
La vocación nace del corazón, del alma, de los sentimientos más bellos y profundos del misionero. Jesucristo vale la pena, creer en Dios, en la iglesia, los sacramentos, nuestras oraciones, nuestras peticiones, catequizar, bautizar y dar la comunión a los niños, asistir a los enfermos, amar con el amor de Cristo y de María, eso es lo que ilusiona y enciende la vocación misionera. Sin Jesucristo no hay horizontes.

Se habla hoy mucho de misión y misiones y son palabras que creo han perdido un tanto su fuerza. Cierto que salir de sí mismo para evangelizar es una misión, un acto de apostolado, es transmitir la fe.
Es maravilloso. Pero hay misión y misión, y misioneros y misioneros.

No es lo mismo dar un misión en la propia parroquia, o en la misma diócesis, o en el mismo país que salir de su patria, caminar a otra nación, y ser uno de tantos de los habitantes de ese lugar, y renunciando de alguna forma al propio lugar que le vio nacer.

Tampoco es lo mismo ir de misiones por quince días, o por un mes o por un año que ir para toda la vida. "El ad vital significa la total entrega para siempre, sin vuelta atrás, olvidándose de sí mismo.
Es dar la vida por la evangelización para siempre, con promesa de obediencia, hasta la muerte".

Decía el fundador de los padres Combonianos, San Daniel Comboni, (1831-1881): "África o muerte, desposorio con África". Murió a los 50 años joven, desgastando su vida por los africanos.
Podríamos añadir además del salir fuera de la patria y el que sea para siempre, otras dos facetas de la misión tal como se ha entendido siempre en la Iglesia: "entre los pobres y entre los más abandonados en la fe, o no la han tenido o tienen muy poco o la perdieron totalmente, El P. Juan José Alarcia, resume en pocas palabras las cuatro características de la vocación misionera, la verdadera vocación como se ha entendido siempre:
1) "fuera de la patria,
2) con los pobres,
3) con los que no tienen fe,
4) para toda la vida:'

Sin duda que todas las formas de misión y en tiempo, lugar y destinatarios son válidas. Pero no debemos olvidar lo que siempre fueron las misiones en la iglesia, y donde un Francisco Javier, misionero en el Japón, Madre Teresa, misionera del mundo y para los más pobres entre los pobres, Damián de Veuster, apóstol de los leprosos en Molokay. Juan Gabriel Perboyre martirizado en China a los 33 años, y tantos y tantas que entregaron su vida a Jesucristo a traves del amor a los más abandonados.
Lógicamente esto exige una fe adulta y madura y una fuerte espiritualidad, fundamentada en la oración, los sacramentos, la mortificación.

VALE VIVIR LA VIDA EN ESTA VOCACIÓN
A finales del siglos XIX y principios del xx, cuando los viajes, al no haber aviones se navegaba por los mares, se cantaba una canción dulzona pero bella que yo la sentía cantar a mi hermana de pequeño:

Mañana en un frágil barco
Me he de engolfar en la mar
Daré un adiós a mi patria
Mi último adiós quizás
Peligros de muerte
Me esperan allí
Y si Dios quisiera
Que no vuelva más
Mi Corazón te entrego
Oh Virgen celestial

No hay misiones sin sacrificio, sí aporte, sin oración. Los misioneros solo podrá a anunciar a Jesús, “los hombres podrán ver a Jesús”, si tienen vocación y la iglesia reza por ellos y les ayuda.
Es una empresa de todos y para todos.
La iglesia seguidora de Jesús tiene que estar presente en lo que se ha dicho a la vanguardia y la retaguardia. Los del frente y los que se quedan para apoyarles.

Sin una iglesia que no se compromete no hay misiones ni misioneros.

Por: P. FRANCISCO DOMINGO

LAS APARICIONES DE LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

La Virgen Maria quiere, pide, manda que llevemos su Medalla, su fotografía, la imagen de la Madre buena que quiere llenar de gracias a sus hijos


PRIMERA APARICIÓN
La primera aparición tuvo lugar en la noche del 18 al 19 de julio de 1830, víspera de la fiesta de San  Vicente de Paul y debía preparar a la vidente a su misión posterior.
He aquí como la describe ella misma en la relación que hace a su confesor: Llegó la víspera de la fiesta de San Vicente. La directora del Noviciado nos dio una charla sobre la devoción a la SS. Virgen ... Me dormí
con la idea de que San Vicente me obtendría la gracia de ver a la SS. Virgen.
En fin a las once y media de la noche, oí que alguien me llamaba por mi propio nombre:
- Hermana, Hermana.
Despertándome, miré hacia el costado de donde escuchaba la voz, que era del lado del pasillo. Corro la cortina y veo un niño vestido de blanco, de 4 o 5 años de edad, que me dice:
- Ven a la Capilla, allí te espera la SS. Virgen.
Como me parecía larga la espera, yo miraba si las centinelas (las Hermanas designadas para vigilar durante la noche) no andaban por las tribunas. Al fin llegó la hora. El niño me alerta y me dice:
- ¡He aquí a la SS. Virgen, hela aquí!
... Yo dudaba si sería la SS. Virgen. Sin embargo, el niño que estaba allí me dijo:
¡He aquí a la SS. Virgen! ... Mirando ví entonces a la SS. Virgen, no hice más que dar un salte hasta Ella, me puse de rodillas en las gradas del altar, las manos apoyadas sobre sus rodillas.
Allí, transcurrió un momento, el más dulce de mi vida .... EUa me dijo: - ¡Hija mía! Dios quiere confiarte una misión. Tendrás que sufrir, pero sobrellevarás esto pensando en que lo haces por la gloria de Dios; serás atormentada hasta que lo hayas comunicado al que está encargada de dirigirte.
Respecto al modo de proceder en mis penas, me señaló con su mano izquierda, el pie del altar y me recomendó acudir allí y desahogar mi corazón, asegurándome que en ese lugar recibiría todos los consuelos necesarios.
- Los tiempos son muy malos. Calamidades van a caer sobre Francia, el trono será derribado; el mundo entero se verá trastornado por desgracias de toda clase (la SS. Virgen tenía aspecto muy apenado al decir esto). Pero venid al pie de este altar, ahí las gracias serán derramadas sobre todas las personas que las pidan con confianza y fervor ...
Respecto a otras Comunidades, habrá víctimas (la SS. Virgen tenía lágrimas en los ojos al decir esto). El Clero de París tendrá sus víctimas, el Arzobispo morirá (a esta palabra de nuevo las lágrimas) ¡Hija mía!
La cruz será despreciada, correrá la sangre en la calle (aquí la SS. Virgen no podía hablar más, el dolor se pinta en su rostro).
¡Hija mía!, me dijo, todo el mundo estará triste. (Todos estos detalles se cumplirán al pie de la letra en 1870-1871).

SEGUNDA APARICIÓN
La aparición tuvo lugar el 27 de noviembre de 1830. La escena se desarrolla en tres cuadros sucesivos y progresivos que introducen a la Vidente cada vez más profundamente en la inteligencia del mensaje y de todo el misterio mariano.

PRIMER CUADRO:
La Virgen con el globo .... Vi a la SS. Virgen estaba de pie, era de estatura mediana ... Sus pies se apoyaban sobre la mitad de un globo blanco o al menos no me pareció sino la mitad, tenía también bajo sus pies una serpiente de color verdoso con manchas amarillentas.
Con sus manos sostenía un globo de oro, con una pequeña cruz encima, que representaba al mundo; sus manos estaban a la altura del pecho, de manera elegante; sus ojos miraban hacia el Cielo. Su aspecto era
extraordinariamente hermoso, no lo podría describir.
De pronto vi anillos en sus dedos, tres en cada dedo; Esta fase fue silenciosa; preparaba la siguiente. El globo desapareció, la Virgen va a cambiar de actitud, a bajar la mirada y teniendo los dedos siempre guarnecidos de anillos con piedras preciosas destellantes, va a hablar a Sor Catalina.

SEGUNDO CUADRO:
En ese momento en que yo la contemplaba, la SS. Virgen bajó sus ojos mirándome. Una voz se hizo escuchar y me dijo estas palabras: -
Este globo representa al mundo entero, ... y a cada persona en particular.
- La hermosura y el brillo de los rayos tan bellos ... son el símbolo de las gracias que yo derramo sobre los que me las piden, haciéndome comprender cuán generosa se mostraba hacia las personas que se las pedían, cuánta alegría experimenta concediéndoselas ... Estos diamantes de los que no salen rayos, son las gracias que dejan de pedirme.
Se formó un cuadro alrededor de la SS. Virgen, algo ovalado: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti!, escritas en caracteres de oro. Entonces oí una voz que me dijo:
- Haz .acuñar una medalla según este modelo, las personas que la llevaren en el cuello recibirán grandes gracias; las gracias serán abundantes para las personas que la llevaren con confianza.

TERCER CUADRO:
El reverso de la Medalla. En aquel instante me pareció que el cuadro se daba vuelta. Vi sobre el reverso de la Medalla la letra M, coronada con una cruz, apoyada sobre una barra y, debajo de la letra M los sagrados Corazones de Jesús y de María, que yo distinguí, porque uno estaba rodeado de una corona de espinas y el otro, traspasado por una espada.
- La letra M y los dos corazones dicen lo suficiente. Las notas de la Vidente no mencionan las doce estrellas que rodeaban el monograma de María y los dos corazones. Sin embargo han figurado siempre en el reverso de la medalla. Es moralmente seguro que este detalle ha sido dado de viva voz por la Santa en el momento de las apariciones o un poco más tarde.
Sor Catalina acaba su relato con esta exclamación: Oh que hermoso será escuchar decir: María es la Reina del Universo y ... de cada persona en particular.

Por: P. Horacio Palacios, Vicentino

EL PURGATORIO EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

"Después de haber reunido entre sus hombres cerca de 2.000 dracmas, las mandó a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, pensando en la resurrección.
De no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; más si consideraba que una magnífica recompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era un pensamiento santo y piadoso.
Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado. 00 (2 Macabeos 12,43-46)

La doctrina del Purgatorio ha sido una enseñanza constante del Magisterio de la Iglesia Católica.
Además de la Biblia, la Iglesia se apoya en la Tradición para definir una doctrina. Pero hay muchas citas sobre el purgatorio en los llamados Padres de la Iglesia, tales como San Gregorio Magno (540-604), San Cesáreo de Arlés (470-543), Tertuliano (155-230), San Cipriano de Cartago (¿200?-258), San Agustín de Hipona (354-430), San Juan Crisóstomo. (344-407) entre otros.

El Catecismo de la Iglesia Católica se refiere al Purgatorio o purificación final en los siguientes términos: Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios. Catecismo de la Iglesia Católica, 1030.

Concilios de Florencia y Lyon, que refutaron a los griegos orientales: "Las almas que partieron de este mundo en caridad con Dios, con verdadero arrepentimiento de sus pecados, antes de haber satisfecho con verdaderos frutos de penitencia por sus pecados de obra y omisión, son purificadas después de la muerte con las penas del purgatorio".

El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica dedica los números 1030 al 1032, que resumen esta doctrina: El purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza.

En virtud de la comunión de los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra pueden ayudar a las almas del purgatorio ofreciendo por ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de la Eucaristia, pero también  limosnas, indulgencias y obras de penitencia.

La Iglesia católica, usando un lenguaje actual, explica la doctrina del purgatorio en los siguientes términos: Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre celestial (cf. Mt 5, 48), estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos» (1 Ts 3, 12 s).

Dilación de la Gloria: Tratada por la tradición teológica como pena de daño, consiste en el aplazamiento del cielo. El alma queda privada de la visión beatifica (visión de Dios) mientras purga sus pecados.
Esta pena implica que la presencia en el purgatorio no puede prolongarse en el tiempo hasta más allá del Juicio Final. Pena de sentido. La tradición de los Padres latinos es casi unánime en favor de lo más parecido al fuego real y corpóreo.

Sí hay argumentos en la tradición, como el cuestionario de Clemente VI a los armenios, donde expresamente se pregunta «...si crees que son atormentados con fuego temporalmente ...».

AYUDAS QUE LOS CATÓLICOS OFRECEN A LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Principalmente son:

Ofrecimiento de la Misa: Ya sea encargándole la Misa a un sacerdote, ya sea ofreciéndola mentalmente por un difunto.

Ofrecimiento de la Comunión: Los católicos creemos que en la comunión se encuentra realmente Cristo.
Cuando comulgamos (recibimos a Cristo), podemos ofrecerlo por reparación de las almas que les falta algo por purificar.

Misas gregorianas: Se denominan de esta manera, a la serie de misas en las que se debe interceder por un difunto durante treinta días sin interrupción.
Su origen se vincula a un episodio narrado por San Gregorio Magno.

La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos", CEC 1471.

Las indulgencias pueden ser parciales, tiempo determinado, Dios sabe cuánto. Indulgencia plenaria: Limpia todas las "manchas" que nos hayan dejado los pecados ya perdonados. Solamente hace falta realizar la acción indulgenciada, o un acto de caridad uniéndola a la comunión, y rezar por las intenciones del Papa (padre Nuestro, Ave María y Gloria) y confesarse ocho días antes o después.

Algunas acciones indulgenciadas son: rezo y meditación del Santo Rosario, en común; rezo-meditación del Vía Crucis, en una iglesia; lectura y meditación de la Biblia, por más de 30 minutos; adoración al Santísimo, de 30 minutos.

Por: Rosa Céspedes Chumo